30/01/2025
Descubre con OUIGO la maravillosa naturaleza de Cuenca. Sorpréndete al conocer su impresionante patrimonio natural, ahora más cerca que nunca

La naturaleza conquense sorprende y maravilla por su belleza y generosidad. Perfectamente integrada en el paisaje, Cuenca es la puerta de entrada a unos parajes con una gran diversidad de flora y fauna. Viaja en tren a Cuenca con OUIGO desde Madrid, Valladolid y Alicante y descubre la naturaleza de Cuenca, qué ver, recorrer y disfrutar.
8 increíbles parajes naturales de Cuenca
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Ciudad Encantada
En el cañón que forma el río Júcar entre los municipios de Uña y Villalba de la Sierra, a 1500 metros de altitud, enormes moles de roca calcárea esculpidas por las fuerzas de la naturaleza forman un paisaje natural espectacular cuyo origen se inició hace 90 millones de años, cuando toda la península ibérica se hallaba sumergida bajo las aguas del mar de Thetis. La Ciudad Encantada ofrece un recorrido de tres kilómetros entre curiosas formas geológicas que reciben nombres como la Cara del Hombre, la Lucha del Cocodrilo y el Elefante o la Tortuga y los Osos, rodeadas del color y el aroma de los pinos, los enebros, los robles carrasqueños y las hierbas aromáticas.
Nacimiento del río Cuervo

La naturaleza conquense fascina por la belleza y espectacularidad de sus paisajes, como el que ofrece el nacimiento del río Cuervo en el cerro de San Felipe, en la Serranía de Cuenca, a casi 1500 metros de altitud. A poco de salir a la superficie desde las entrañas calcáreas del macizo, el río precipita sus aguas por estalactitas de roca formando unos impresionantes saltos de agua que, en invierno, se hiela, dando lugar a atrayentes formaciones.
Lagunas del Tobar
Enclavado entre el Parque Natural de la Serranía de Cuenca y el Parque Natural del Alto Tajo, el municipio de Beteta alberga uno de los tesoros naturales de la provincia de Cuenca. Las lagunas del Tobar están formadas por tres lagunas de origen kárstico: la laguna Grande, con un perímetro de tres kilómetros y apta para el baño; la laguna Chica, rodeada por una espesa vegetación y la laguna Ciega, actualmente desaparecida. El entorno de la laguna Grande llama la atención por las formas geológicas del paisaje, fruto del trabajo del agua sobre las rocas calcáreas. Las lagunas del Tobar forman un valioso ecosistema: la alta calidad de las aguas alberga una comunidad de fauna en la que destacan las nutrias y las aves acuáticas, así como vegetación acuática y de ribera.
Parque Natural del Hosquillo
El Parque Natural del Hosquillo se extiende por un precioso valle de más de 900 hectáreas en la Serranía Alta conquense y alberga un museo y un centro de interpretación de la naturaleza. Es un ejemplo de conservación de la biosfera y refugio de diversas especies como el muflón, el jabalí, la cabra montesa, el corzo, el gamo, el oso pardo, el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino y el búho real. Todo ello en un enclave natural privilegiado, junto al río Escabas y el arroyo de las Truchas y abundante vegetación, con pinos, álamos, sauces, avellanos, acebos y tejos, entre otras especies.
Laguna de Uña
A 1.150 metros de altitud, en el lugar donde converge el arroyo Rincón con el río Júcar, se encuentra la laguna de Uña, un valioso ecosistema de flora y fauna con una extensión de 15 hectáreas. A pesar de su uso como reserva de agua, la laguna conserva su condición de entorno salvaje y, como tal, está protegida. Pegada a sus orillas, una senda de 3,5 kilómetros, totalmente llana, invita a un paseo rodeándola y observando a las diversas aves acuáticas que la frecuentan, como los patos, las cigüeñas y las gallinetas, así como mamíferos y reptiles de la serranía que acuden hasta la laguna.
Palancares y Tierra Muerta

El conjunto kárstico de Palancares y Tierra Muerta está catalogado como Monumento Natural. Más de una veintena de dolinas que son depresiones, normalmente en forma cónica, formadas por la acción del agua. Las dolinas o torcas tienen el fondo formado por rocas insolubles con lo que el agua de la lluvia permanece dentro, dando lugar a espectaculares formaciones geológicas como la Torca del Lobo, la Torca del Agua o la Torca de la Novia. Además de las dolinas, en este increíble paisaje kárstico encuentras otras singulares formaciones como simas, sumideros y lapiaces.
Callejones de Las Majadas
Los Callejones de las Majadas, en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, son formaciones geomorfológicas que se han formado por la continua erosión provocada por el agua y el viento sobre las rocas calizas. Se trata de inmensas moles de piedra que han adoptado formas caprichosas a semejanza de animales, objetos o personas y dan lugar a estrechos pasadizos entre ellas a modo de callejones, de ahí el nombre que reciben. Todo ello, rodeados de la rica naturaleza de la serranía conquense.
Cañón del río Júcar

Espectacular, atrayente o fascinante son los adjetivos más repetidos para describir la naturaleza de Cuenca y, sin duda, nuestra última sugerencia, el cañón del río Júcar, también los merece. Entre los municipios de Uña y Villalba de la Sierra, el río Júcar dibuja una garganta estrecha y profunda, fruto de la erosión del paso del agua en la montaña. Durante once kilómetros, la naturaleza ofrece un imponente escenario de altas paredes verticales de las que brotan manantiales que vierten sus aguas al cañón.
La naturaleza de Cuenca tiene mucho por ver. Con nuestra alta velocidad de bajo precio viaja cuantas veces quieras y disfruta descubriendo este increíble patrimonio natural.