Estación Madrid - Chamartín - Clara Campoamor

Servicios y accesos a la estación

• ¿Cómo llegar?

  La estación Madrid-Chamartín-Clara Campoamor está situada al norte de la ciudad y forma parte de la red de alta velocidad española. Está muy bien comunicada y se puede llegar a ella en taxi, coche particular o en cualquier tipo de transporte público: metro, autobús o cercanías. Desde la estación de tren Madrid-Chamartín-Clara Campoamor puedes acceder a cualquier punto de la capital o dirigirte al aeropuerto de Barajas.

• Servicios

  Chamartín-Clara Campoamor ofrece muchos servicios: aseos, cambiador de bebés, restaurantes, cajeros automáticos, ¡y hasta hotel! Si quieres moverte libremente por la zona comercial o por la ciudad, puedes usar el servicio de consignas, que funciona de 7 a 23h. Además, la estación cuenta con personal para atender a los viajeros con discapacidad, así como andenes, ascensores y aparcamientos adaptados. Si llegas con tu coche, puedes hacer uso del aparcamiento, lo mismo que si necesitas alquilar un vehículo. Desde la estación tienes acceso al metro, los autobuses y a la parada de taxis.

• Atracciones cercanas

  Si dispones de tiempo, puedes conocer los lugares de interés más cercanos a la estación Chamartín de Madrid. A pocos minutos andando encontrarás algunos de los rascacielos más emblemáticos y modernos de la capital, desde los que se puede disfrutar de una magnífica panorámica de la ciudad.

  Hacia el sur, puedes caminar por el Paseo de la Castellana hasta la plaza de Colón, donde destaca la famosa Puerta de Europa o las Torres KIO. Y si entre tanto rascacielos te entra hambre, puedes probar la gastronomía típica en alguno de los bares que encontrarás por el camino, ¡no te defraudarán!

• El secreto OUIGO

  Bajo las vías del tren de la estación de Chamartín hay un antiguo vestíbulo con andenes jamás pisados por pasajeros y un túnel sin raíles por el que nunca ha circulado ningún convoy.

  Se trata de un olvidado proyecto para una línea que debía cruzar la ciudad de norte a sur. Y aunque está previsto recuperar esta infraestructura fantasma en un futuro, de momento sigue durmiendo al compás del paso de los viajeros, ajenos a lo que hay bajo sus pies.